Florencia

Florencia, la capital de la Toscana es una visita ineludible para los amantes de la historia del arte. La ciudad no es demasiado grande; su centro es pequeño y pensado para los peatones, por lo que la apuesta es ir por las calles descubriendo cosas aunque los ruidos y las aglomeraciones son inevitables. Y es que con tanto turista a veces resulta difícil de caminar y surgen las caras de agonía. Florencia es una ciudad de artesanos y de talleres. Los locales para la restauración de obras, los zapateros o expertos en cuero aparecen continuamente y merecen una ojeada y, si se puede, alguna compra. Florencia es cara, pero podría serlo más si la comparamos con otras ciudades turísticas. Deslumbra la fiebre creativa que debieron vivir sus calles durante el Renacimiento, para que de ellas y de sus talleres salieran tantas obras que merece el calificativo de maestras.

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